En mitad del fin del mundo, una nueva esperanza

Becas
Redacción: Óscar Saiz Sánchez
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Era mi octavo mes como desarrollador web. Trabajaba a media jornada, desde la casa de mi madre en Santander. Cuando confirmé que iba a empezar con ellos, y sabiendo con lo que trabajaban, me inscribí en una formación online de 14 meses de duración. Era un Máster en Drupal 8, impartido por Forcontu, y sobre todo fue una fuerte apuesta por tomar una dirección concreta en mi carrera profesional. Dicha apuesta fue potente también por el desembolso que me supuso.


Era mayo, pero no un mayo cualquiera, sino mayo de 2020. La mayoría de las personas del planeta llevábamos 2 meses encerradas en casa, viendo por la tele como el mundo se quedaba congelado. En mitad de tanta incertidumbre y miedo global intenté ver el lado bueno, siempre lo hago. Me preguntaba cuál era la parte buena esta vez, no la veía. Un día, asomado a la ventana, mirando la calle vacía de coches y peatones, comencé a escuchar el canto de los pájaros. Se oía como en pleno campo, pero en mitad de la ciudad. Era algo hermoso y emocionante, un mensaje del planeta mezclando el silencio de la pausa y la música de la verdadera vida.

Eso fue para mí el confinamiento, una oportunidad para escuchar esa música que siempre había estado ahí pero nunca había sido consciente de su existencia. Un mes antes, en abril, mientras realizaba una de mis tareas asignadas en una de las webs me tropecé con el anuncio de la beca Por Talento Digital de la Fundación ONCE y fui la primera persona becada de la convocatoria.


Esta beca me va a ayudar a acceder a nuevas formaciones para seguir mejorando. Por lo pronto, nivel académico y profesional, la realización del máster ha supuesto un salto de calidad en mi carrera como desarrollador web. Lo más significativo ha sido un cambio de empleo, mejorando tanto en condiciones como también a nivel de realización personal.


Cuando parecía que una nueva crisis iba a sacudir mi vida como quien zarandea una un mantel para quitarle las migas de pan, decidí apostar por un cambio. Hice una entrevista de trabajo para una empresa de Estados Unidos con bases por medio mundo y también en Santander. Gracias a mi experiencia y al máster que estaba cursando me contrataron y un año y medio después sigo trabajando ahí, ahora como jefe de equipo de desarrollo web.